Para algunos, esta herramienta resulta cómoda por su accesibilidad y ausencia de costo; sin embargo, especialistas apuntan a que no está preparada para ciertas situaciones, como conductas suicidas.
ChatGPT ha sido el ‘psicólogo’ de Lilia Ayala, una joven de 18 años, durante los últimos cuatro meses. Su acercamiento con esta inteligencia artificial ocurrió un día en el que no tenía con quién desahogarse, y desde entonces recurre frecuentemente a ella en busca de respuestas.
Historias como la de Lilia reflejan un fenómeno cada vez más común entre los jóvenes, quienes utilizan herramientas de inteligencia artificial no solo para tareas cotidianas, sino también como apoyo emocional. En redes sociales, muchos comparten públicamente cómo ChatGPT se ha convertido en una especie de confidente o guía.
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