Con apenas 21 años, Ángela Aguilar tomó la inesperada decisión de alejarse temporalmente de los escenarios.
El peso de las críticas en redes la llevó a buscar refugio en una nueva vida en EE.UU., donde planea estudiar y reconstruirse. Ante un inmerecido rechazo cree que lo mejor para ella es ocuparse de sí misma, evolucionar y algún punto mejorar como persona y como artista. Dice que ella no se PRE-OCUPA, más bien prefiere OCUPARSE.
Aunque no es un adiós definitivo, sí marca un giro en su historia: una pausa para proteger su paz y reencontrarse consigo misma.
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