Las grabaciones manipuladas de la voz permiten a los estafadores ejecutar múltiples fraudes, como autorizar transferencias de dinero sin consentimiento o atentar contra la reputación de la víctima
Familiares, amigos o entidades de servicios pueden marcar en cualquier momento, y responder al teléfono con un simple “sí” parece, a simple vista, una reacción inofensiva, pero esta costumbre puede abrir la puerta a sofisticados fraudes capaces de vaciar cuentas bancarias y derivar en problemas legales serios.
El Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE) advierte que esa afirmación, pronunciada casi por reflejo, puede convertirse en un arma contra quien la pronuncie.
Al captar la voz de la víctima, los delincuentes pueden manipular grabaciones y presentar la identidad ajena ante entidades oficiales o bancarias, incluso falsificando autorizaciones.
Comentarios